Salud: La comida influye en los sueños
Dulces sueños, amargas pesadillas… ¿alguna vez pensaste que lo que comés antes de irte a la cama puede afectar tus sueños? Parece que Freud no tenía razón y que la explicación de los sueños puede estar en tu cena.
Aunque todavía no hay mucha luz sobre el tema, ciertos estudios indican que los alimentos picantes, por ejemplo, pueden inspirar experiencias oníricas realmente vívidas y delirantes. Un estudio publicado en la Revista Internacional de Psicofisiología explica que el calor de las especias eleva la temperatura corporal lo suficiente como para interferir en la fase REM. El malestar se traduce en el subconsciente que se ve reflejado en la narrativa que crea.
Otra teoría, sin embargo, sugiere que lo que uno coma antes de acostarse no es tan importante como la cantidad y el momento. Cuando el cuerpo comienza el proceso de digestión aumenta la actividad cerebral, por lo que cuanto más se coma cerca de la hora de acostarse, más vívidos serán los sueños.
El azúcar bajo en sangre o hipoglucemia es otro responsable del soñar. Si te fuiste a acostar con el estómago vacío (lo que provoca una baja en el nivel de glucosa) el cerebro aporta un chorrito de adrenalina para que tu cuerpo libere un poco de la glucosa almacenada al torrente sanguíneo. Resultado: uno de esos sueños frenéticos de los que te levantas más cansado de lo que te acostaste.
Fuente: Planeta Joy
¿Ustedes qué opinan?¿Será acertado el estudio? ¿Cuáles son sus experiencias?
Aunque todavía no hay mucha luz sobre el tema, ciertos estudios indican que los alimentos picantes, por ejemplo, pueden inspirar experiencias oníricas realmente vívidas y delirantes. Un estudio publicado en la Revista Internacional de Psicofisiología explica que el calor de las especias eleva la temperatura corporal lo suficiente como para interferir en la fase REM. El malestar se traduce en el subconsciente que se ve reflejado en la narrativa que crea.
Otra teoría, sin embargo, sugiere que lo que uno coma antes de acostarse no es tan importante como la cantidad y el momento. Cuando el cuerpo comienza el proceso de digestión aumenta la actividad cerebral, por lo que cuanto más se coma cerca de la hora de acostarse, más vívidos serán los sueños.
El azúcar bajo en sangre o hipoglucemia es otro responsable del soñar. Si te fuiste a acostar con el estómago vacío (lo que provoca una baja en el nivel de glucosa) el cerebro aporta un chorrito de adrenalina para que tu cuerpo libere un poco de la glucosa almacenada al torrente sanguíneo. Resultado: uno de esos sueños frenéticos de los que te levantas más cansado de lo que te acostaste.
Fuente: Planeta Joy
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