Belleza: Pelo liso y perfecto

Sin menospreciar en absoluto la belleza de un cabello rizado o con ondas, el liso es también una opción acertada para un cambio de look temporal o como imagen definitiva. En cualquier caso, el liso queda realmente bonito si su acabado es perfecto, es decir, si luce como una “tabla”, en todo el conjunto de la melena y por supuesto, sin el antiestético efecto encrespamiento.

Un cabello liso y brillante da mucho juego independientemente de su longitud. Estilo bob, con o sin flequillo, la clásica y favorecedora media melena o una larga cabellera siempre recta y perfecta son algunas de las posibilidades, pero todas requieren unos tratamientos, o simplemente unos cuidados específicos para un acabado impecable.

Si buscás un liso permanente, deberás acudir a algún salón de peluquería que realice el alisado japonés, el brasileño (alisado progresivo) o algún otro tratamiento (la mayoría a base de queratina). Todos estos métodos combinan determinados productos químicos con el efecto térmico de las planchas para conseguir alisar las fibras capilares sellando las cutículas de manera que mantengan su forma recta. Si ésta es tu idea, eligí siempre un centro de total garantía.

Si únicamente querés alisar tu cabello por un tiempo limitado, podes conseguirlo sin salir de casa siguiendo algunos consejos que afectan tanto al lavado como al secado.

1. Cepillá en pelo en profundidad antes del lavado (en posición normal y también boca bajo). Utiliza un cepillo o peine de madera (para reducir la electricidad estática) y, preferiblemente, de cerdas naturales.

2. Lavalo con un champú específico que ayude al alisado (tienes una variada oferta entre las principales firmas). Aplica también un acondicionador complementario de la misma línea de producto o una mascarilla de características similares.

3. Enjuagá el cabello con agua abundante, mejor fría o templada, y si querés conseguir un brillo extra, añadí en el último enjuague una cucharada de vinagre (siempre que no lleves color en el pelo).

4. Secá sin restregar con la toalla y, cuando el pelo aún esté húmedo, es el momento de aplicar el serum alisador (en algunos casos el fabricante recomienda su uso en seco). Los serums actuales suelen ser muy efectivos por lo que, si te lo vas a aplicar, no utilices antes mascarilla (sería excesivo). Según las características de tu cabello, deberás extender el serum por toda la melena o sólo en puntos determinados: un mechón especialmente rebelde, de la mitad hasta las puntas (las zonas con mayor tendencia a ondularse), el flequillo…

5. Tras peinarte nuevamente y una vez preparado el cabello, para alisarlo podés recurrir al secador de mano o a las planchas de cerámica. Recuerda que en este último caso, el cabello debe estar absolutamente seco. Sea cual sea tu elección, para un acabado perfecto lo ideal es separar el cabello en mechones y capas con ayuda de pinzas. Aunque lleve más tiempo, es mucho más fácil y efectivo alisar cada mechón que intentar hacerlo en casi todo el pelo a la vez.

Tomá un mechón (primero los de las capas inferiores), estíralo con el cepillo y acerca el secador sin llegar a tocar el cabello. Mantenlo unos segundos, retira y coge el siguiente. Repite la operación y vuelve a por el primero. Así sucesivamente. La plancha es más rápida pero para sacarle todo el partido aplica la misma técnica (mechón a mechón).

Una buena idea es combinar ambos instrumentos, es decir, trabaja primero los mechones con secador y fija su forma, lisa y recta total, con ayuda de la plancha. Si tu pelo es de los más rebeldes puedes terminar aplicando un spray anti frizz que lo proteja de la humedad y de fenómenos externos como la electricidad estática.

Fuente: WEB

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